Estoy siendo testigo de estar.
Estoy siendo laboratorio humano.
Estoy presente, sintiendo entusiasmo.
Estoy aprendiendo entre tod@s, en red.
Estoy sintiendo la muerte en cada respiro de vida.
Estoy experimentando un activo estado de amor.
Entreno estar observando cada sensación y cada idea que cada quien siente y piensa.
Soy cada cual, ocurriendo.
Tengo nada lo suficientemente claro como para disfrutar en plenitud los espacios de mi poderosa ignorancia.
Las respuestas nacen y mueren en el presente.
Así, no llega nunca a haber respuesta al misterio,
porque el misterio, en el presente, no tiene ya lugar.
Y como una especie de vómito incontrolado,
como un mecanismo autónomo de existir,
brota intensa la sensación de calma, tormento, que no encuentra explicación más que en el mismo e inexplicable estar.
Doy bienvenida a esta ancestral nueva etapa.
¡Vamos!
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