Lo que es, es, así como sucede.
Lo que es dicho, es dicho, así como es dicho.
Intentar que otr@s nos hablen de una forma que no nos duela, no nos hiera, no nos atemorice, no nos enoje, no nos interpele o no nos desarmonice habla directamente de nuestro estado vincular presente con el dolor, las heridas, el temor, el enojo y la desarmonía.
La gestión de lo que nos pasa con lo que el otro está siendo o diciendo es del que observa y escucha.
Decime “te amo” y voy a gestionar si dejo que me atraviese pleno o si me apego doloso a tus palabras y sufro por amor.
Decime “sos una basura, hijo de puta” y yo voy a gestionar si me permito sentir y que me atraviesen pleno tus palabras o si dudo de mí y me enojo o sufro por tu expresión.
Habilitemos a los demás a expresarse libres, porque en cuanto los censuramos, estamos escapando a decidir libres nosotros lo que queremos en esa situación (si querés censurar, cosa que también es una libre posibilidad, veré que me pasa).
Te miro fijo a los ojos del alma y te pregunto:
¿Te animás a decidir?
¿Te animás a ser vos diciendo todo lo que querés o no lo hacés porque no es correcto?
¿Estás siendo a consciencia tu versión más fiel posible o tus palabras son la expresión de vos siendo algo que no sentís?
No importa la respuesta.
Vale igual.
Contemplá todo en forma iluminada o pasate todo por el orto, pero usá aceite de coco que es copado.
Amá, comé, puteá, bailá, desubicate, morite, elongá, tené sexo porno o tántrico, respirá, ignorá, filosofá, aprendé, transmití, vomitá en público, matá, fecundá, suavizá, calmá, violentá; equivocate.
Decidí decir lo que quieras,
decidí sentir lo que quieras,
decidí escuchar como quieras,
decidí estar como quieras.
Pero por favor,
habilitá y habilitate a expresarnos en libertad.
Quien tiene que decidir cómo estar con vos siendo, no sos vos, es el otro, la otra, siendo también, en comunicación íntima existencial.
Bienvenida la muerte de las ideas.
Bienvenido el juego
Bienvenid@ vos.
izēki • entusiasmo
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